Estimado lector, he recibido una herencia de 50 millones de dólares, lamentablemente mis cuentas de banco están inhabilitadas, por lo que, si usted me deja depositarlos en la suya, le daré un porcentaje, sólo necesito que me envíe 100 dólares para gastos administrativos…
Éste fue uno de los primeros engaños online, el protagonista era un rey africano o algo así, y, creanlo o no, cientos de personas cayeron (mayormente norteamericanos, que tienen un nivel de ingenuidad superior al promedio). Desde entonces los engaños online se han sofisticado notablemente.
En un evento reciente sobre el tema, Jorge Cella, Director de Estrategias de Seguridad de Microsoft, contó el caso de una empresa local, que fue atacada combinando técnicas de ingeniería social y phishing: los delincuentes averiguaron en qué banco cobran el sueldo los empleados de la empresa; enviaron un mail, de parte de ese banco, pidiendo que se logueen para poder verificar el cobro de su sueldo. El link incluido en el mail llevaba a un sitio falso, con un dominio muy similar al del banco (por ejemplo, bancogaalicia.com.ar) , con una página de login idéntica en diseño. En ese falso sitio del banco los incautos ingresaron sus usuarios y claves de home banking, que quedaron en manos de los malvivientes. Luego, los malhechores se loguearon al banco verdadero con los usuarios y claves obtenidas, y vaciaron las cuentas por medio de transferencias.
El asunto es que estamos cada vez más expuestos. Una vieja frase dice “en Internet nadie sabe si sos un perro“. Pero esto cambió radicalmente con nuestra inmersión en las redes sociales. Si entran hoy a mi Facebook podrán saber qué celular estoy probando, con quién estoy saliendo y qué cociné anoche. Una caliente línea de investigación actual es la de “reputation management“: en la economía digital la reputación es un valor cada vez más importante, decide a quién le prestaremos atención y en quién confiaremos.
Sin embargo, nada de esto nos salvará de los engaños online, con los que tendremos que convivir por siempre. En USERS de Septiembre les mostramos cómo cuidarse hoy, pero con cada tecnología nueva, surgen nuevas oportunidades para que los inescrupulosos se aprovechen de los incautos.
Nadie está a salvo de estos peligros. Sin ir más lejos, yo también fui recientemente víctima de un engaño online: salí con una tal Paty, de match.com, y cuando me encontré con ella, me di cuenta de que su foto era de hace más de 10 años…
Miguel Lederkremer (blog reduser)
Cualquiera puede ser cualquiera a través de una pantalla. Mucho se ha escuchado hablar de la doble vida, la real y la virtual. En el ciberespacio se puede ser quien se quiera. Hasta en las redes sociales alguien puede hacerse pasar por otra persona.
ResponderEliminarEs por eso que hay que tener precaución a la hora de navegar por la web, siendo precavidos de la información que se exponga, y no confiar en sitios sospechosos.
Es bueno tener instalado antivirus, firewall, y demás programas que nos ayuden a movilizarnos de manera segura y confiable por Internet.
Aún así, creo que la mejor protección que podamos tener es el sentido común y estar lo suficiente alertas para no hacer click en el primer enlace que se nos aparezca.
Jajaja… Por eso, mi querido Leder, jamás levantaré vía internet, yo, a la vieja usanza… cara a cara y poniendo huevos…
ResponderEliminarahora a lo serio, por la parte de la seguridad, manejo todo lo bancario vía web, cobro mi sueldo, pago mis impuestos y mis tarjetas y hasta mi alquiler (vía transferencia bancaria)… no uso antivirus, pues uso Linux, pero creo que la mejor seguridad puede proveerla sólo el buen uso y la información y conocimiento sobre lo que se hace y cómo… yo soy mi mejor antivirus, pues me responsabilizo de lo que hago… on line y off line…
Saludos, MB